LIBERTAD ABSOLUTA DE CONCIENCIA

Institución esencialmente filosófica, filantrópica y progresista

 

 

Método Masónico

 

LO PRIMERO QUE APRENDE UN INICIADO DURANTE SU ESTANCIA ES OBSERVAR, ESCUCHAR Y MEDITAR SOBRE EL EXTENSO SIMBOLISMO QUE SE DESPLIEGA DELANTE DE SUS OJOS –NO HABITUAL EN SU VIDA COTIDIANA ...

Es Filosófica

Porque orienta al hombre hacia la investigación racional de la leyes de la Naturaleza; invita al esfuerzo del pensamiento que va desde la simbólica representación geométrica hacia la abstracción metafísica; busca la reflexión filosófica, la penetración del sentido espiritual del movimiento de la Historia; contempla en cada tiempo histórico las nuevas inspiraciones doctrinarias y asimila, de cada sistema filosófico, lo que pueda significar el aporte al patrimonio de la Verdad Abstracta, más allá del tiempo y del espacio.

Es Filantrópica

Sus esfuerzos y sus recursos están dedicados al progreso y felicidad de la especie humana, sin distinción de nacionalidad, razas, sexo ni religión, para lo cual tiende a la elevación de los espíritus y a la tranquilidad de las conciencias, algunos apóstoles de la Orden han expresado en frases sintéticas el espíritu ecuménico que anima a la masonería: “Toda la especie humana es una sola familia dispersa sobre la faz de la tierra; todos los pueblos son hermanos, y deben amarse unos a otros como tales” - “Desdichados los impíos que buscan una gloria cruel en la sangre de su hermano” (Ramsey, 1725).

Es Progresista

Porque enseña y practica la solidaridad humana y la absoluta libertad de conciencia. La masonería tiene por objeto la búsqueda de la Verdad, desechando el fanatismo y abordando sin prejuicios todas las nuevas aportaciones de la invención humana; estudia la moral universal y cultiva las ciencias y las artes y no pone obstáculo alguno en la investigación de la Verdad.

Valiéndose de una tradición iniciática compuesta por símbolos y alegorías, el lenguaje masónico trata de operar en lo profundo de la conciencia para sacar a la luz aquellos arquetipos que distinguen a los hombres cabales. De esta forma la masonería se erige en defensora del progreso de la humanidad, y se manifiesta acérrima enemiga de la ignorancia, el fanatismo y la codicia.

La masonería no está afiliada ni puede afiliarse a ninguna religión determinada. Elevándose sobre toda clase de discusiones, ofrece a los amantes de la Verdad el terreno más apropiado para la inteligencia mutua y la unión fraternal.

No reconoce en la investigación científica ninguna autoridad superior a la Razón Humana y rechaza, por tanto, las verdades reveladas que aceptan las religiones positivas.